lunes, 30 de abril de 2012

Jazzografía #5 Louis Armstrong

1927
Chicago
Louis

Ella vivía en Perdido Street, en Nueva Orleans, bajo el fondo más hondo de los bajos fondos, donde todo el que moría era velado con un platillo sobre el pecho, para que los vecinos echaran monedas con que pagar el entierro. Pero ella muere ahora y su hijo Louie tiene la alegría de regalarle un hermoso funeral, el funeral de lujo que ella huebiera soñado al fin de un sueño en que Dios la hacía blanca y millonaria.
Louis Armstrong había crecido sin comer más que sobras y música, hasta que pudo huir de Nueva Orleans hacia Chicago trayéndose por todo equipaje una trompeta y por toda compañía un sandwich de pescado. Unos pocos años han pasado y él está bien gordo, porque come vengándose, y si volviera al sur quizás podría entrar en algunos de los lugares prohibidos para negros o imposibles para pobres y hasta podría caminar por casi todas las calles sin se expulsado. El es el rey del jazz y eso no hay quien lo discuta: su trompeta secretea, rezonga, gime, aúlla como bestia herida y ríe a carcajada plena celebrando, eufórica, inmensamente poderosa, el disparate de vivir.

Memorias del fuego III: El siglo del viento. Eduardo Galeano.

FotograficasOleograficas la revista en:

Louis Armstrong by Roberto Polillo

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