miércoles, 16 de mayo de 2012

El olvidado Martin Lewis

Martin Lewis (1881-1962) nació en Castlemaine, Victoria, Australia el 07 de junio de 1881. Fue el segundo de ocho hijos y tenía una pasión absoluta por el dibujo. A la edad de 15 años, dejó su hogar y viajó a Nueva Gales del Sur, Australia y Nueva Zelanda, trabajando como marinero mercante. Regresó a Sydney y se asentó en una comunidad Bohemia fuera de Sydney. Dos de sus dibujos fueron publicados en el periódico radical de Sydney, El Boletín. Estudió con Julian Ashton en la Escuela de  Arte en Sydney. Ashton, un famoso pintor, fue también uno de los primeros artistas australianos en retomar el grabado.

En 1900, Lewis dejó Australia para ir a los Estados Unidos. Su primer trabajo fue en San Francisco, decoraciones para la campaña presidencial de William McKinley de 1900. En 1909, Lewis estaba viviendo en Nueva York, donde encontró trabajo en ilustración comercial. Su primer trabajo conocido data de 1915. Sin embargo, el nivel de habilidad en esta pieza sugiere que había estado trabajando en el medio durante algún tiempo antes. Fue durante este período que ayudó a Edward Hopper a aprender los conceptos básicos del grabado. En 1920, después de la ruptura de un romance, Lewis viajó a Japón, donde durante dos años dibujó y pintó y estudió arte japonés. La influencia de los grabados japoneses son muy evidentes en las impresiones de Lewis después de ese período. En 1925, regresó al grabado y produjo la mayor parte de sus obras conocidas entre 1925 y 1935, la primera exposición individual de Lewis en 1929 tuvo el suficiente éxito para poder dejar el trabajo comercial y concentrarse totalmente en el grabado. Lewis es famoso por sus grabados en blancos y negro, principalmente de escenas nocturnas, escenas callejeras de la vida real de la ciudad de Nueva York. Durante la depresión, sin embargo, se vio forzado a abandonar la ciudad durante cuatro años entre 1932 y 1936 y mudarse a Connecticut. Cuando Lewis  pudo volver a la ciudad de Nueva York en 1936, ya no había un mercado interesado en su trabajo. Murió olvidado.













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