1916 Nueva Orleans
El jazz
De los esclavos proviene la más libre de las músicas. El jazz, que vuela sin pedir permiso, tiene por abuelos a los negros que trabajaban cantando en las plantaciones de sus amos, en el sur de los Estados Unidos, y por padres a los músicos de los burdeles negros de Nueva Orleans. Las bandas de los burdeles tocan toda la noche sin parar, en los balcones que los ponen a salvo de golpes y puñaladas cuando se arma la gorda. De sus improvisaciones nace la loca música nueva.
Con lo que ahorró repartiendo diarios, leche y carbón, un muchacho petiso y tímido acaba de comprarse corneta propia por diez dólares. Él sopla y la música se despereza largamente, largamente, saludando al día. Louis Armstrong es nieto de esclavos, como el jazz y ha sido criado, como el jazz, en los puteros.
El siglo del viento, Memorias del fuero III. Eduardo Galeano
El jazz
De los esclavos proviene la más libre de las músicas. El jazz, que vuela sin pedir permiso, tiene por abuelos a los negros que trabajaban cantando en las plantaciones de sus amos, en el sur de los Estados Unidos, y por padres a los músicos de los burdeles negros de Nueva Orleans. Las bandas de los burdeles tocan toda la noche sin parar, en los balcones que los ponen a salvo de golpes y puñaladas cuando se arma la gorda. De sus improvisaciones nace la loca música nueva.
Con lo que ahorró repartiendo diarios, leche y carbón, un muchacho petiso y tímido acaba de comprarse corneta propia por diez dólares. Él sopla y la música se despereza largamente, largamente, saludando al día. Louis Armstrong es nieto de esclavos, como el jazz y ha sido criado, como el jazz, en los puteros.
El siglo del viento, Memorias del fuero III. Eduardo Galeano
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